Vitaminas, sueño y alergias - Vitaminas para las defensas
¿Cómo afecta el invierno en la producción natural de serotonina?
Los días menos soleados y fríos se aproximan. El invierno empieza a dejar huella no solo en el paisaje, sino también en nuestro estado de ánimo.
Los días menos soleados y fríos se aproximan. El invierno empieza a dejar huella no solo en el paisaje, sino también en nuestro estado de ánimo. Es normal que todos estos cambios, mientras nos adaptamos a la rutina, hagan que nuestro humor no sea el mismo. Esta situación puede estar más acentuada en unas personas que en otras y es aquí donde entra en juego el estado de ánimo asociado a las estaciones. Pero ¿por qué se relaciona el estado de ánimo con las estaciones?
El hecho de disfrutar de menos horas de sol por la temporada invernal (y el cambio de horario), no invita a realizar esos paseos interminables por la playa o la montaña, bien al contrario, con el frío apetece quedarse en casa, disminuyendo así nuestra actividad social.
Esto explica que, al haber menos luz del sol y que tengamos menos contacto con otras personas, tiene un impacto directo en los niveles de serotonina, un neurotransmisor involucrado en la regulación del estado de ánimo, entre otras funciones, ya que se produce menos serotonina, y a su vez esta disminución se relaciona con la inducción del sueño. Por eso a menos serotonina en el cuerpo, nos sentimos más relajados y con más sueño.
Los contenidos de serotonina en el organismo son menores durante los meses de otoño e invierno.
Como hemos explicado, la disminución en la producción de serotonina tiene una relación directa cuando hay menos luz solar. Por eso, en esta época del año, aumenta el número de personas que pueden presentar cambios en su estado de ánimo de forma más marcada, ya que su organismo es más sensible a esta variación de serotonina y, por consecuencia, los días de poca luz y menos actividad social pueden ser más estresantes para ellos.
Ahora bien, ¿cómo podemos ayudarnos a ser “más felices” en invierno? Lo mejor es incorporar en nuestra dieta alimentos ricos en el aminoácido triptófano y con ello regular de forma natural los niveles de serotonina en nuestro cerebro. De esta manera podremos contribuir a mantener la sensación de “felicidad”, a calmar la ansiedad y a aliviar la sensación de depresión.
Fuentes naturales de serotonina:
- Chocolate, sobre todo el negro (alto contenido en cacao).
- Plátano.
- Alimentos ricos en omega 3 como el salmón, las sardinas, la trucha y los frutos secos.
- Alimentos ricos en triptófano de origen animal: pescado, leche, huevos y carne en general.
- Alimentos ricos en triptófano de origen vegetal: garbanzos, cereales, pipas de girasol, semillas de calabaza, espinacas y espárragos.
Si mantenemos una vida tranquila, descansamos lo necesario y tenemos en cuenta los siguientes consejos, el resultado será muy positivo. Hay acciones muy sencillas que te ayudarán a elevar el nivel de serotonina:
- Pasar más tiempo al sol.
- Desayunar de forma equilibrada con un aporte adecuado de vitaminas y minerales, esenciales para mantener los niveles de energía y vitalidad que nos hacen sentir bien.
- Realizar ejercicio de forma regular.
- Realizar actividades placenteras para compartir en familia o amigos.
- Mantener hábitos de sueño adecuados. La producción de serotonina para el día siguiente requiere un mínimo de 7 horas continuas de sueño la noche anterior.
Y si todavía sientes que te falta energía, recuerda que hay multivitamínicos en el mercado que proporcionan ese extra de vitaminas y minerales para sentirte bien.
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