Cuidado personal - Cuidado del bebé
Caricias y pantenol, dos aliados para la piel de tu bebé
Y su piel, que está expuesta a factores externos, es una de las zonas más sensibles. Por eso es imprescindible contar con un buen aliado en el cuidado de la piel del bebé. Ingredientes naturales y que emulan la fisiología de la piel son los más adecuados y un masaje puede ser una buena forma de aplicarlo. Te contamos por qué es tan delicada y cómo protegerla.
La piel del bebé, al igual que otros órganos, se encuentra menos desarrollada que la piel del adulto. Sólo en el momento de nacer, tu bebé está recubierto por una sustancia llamada vérnix caseosa, formada mayoritariamente por agua, grasa y proteínas, que tiene una función protectora. A las pocas horas, esta sustancia es eliminada o absorbida por la propia piel del bebé. Es a partir de este momento cuando la piel requiere un cuidado especial y es conveniente el uso de hidratantes formulados con sustancias que contribuyan a la protección natural. Toma nota de estos consejos:
Limpiar la piel. Es aconsejable minimizar el uso de jabón y usar uno neutro en los casos necesarios, así como usar agua templada para el cuerpo y una esponjita natural para la zona del culito.
Hidratar la piel. Es recomendable usar un producto a base de emolientes y pantenol (pro-vitamina B5). Los emolientes actúan desde el exterior formando una barrera protectora que evita la deshidratación y aisla la piel de las sustancias irritantes (orina, heces y roce con el pañal). El pantenol, o pro-vitamina B5, protege la piel desde el interior, favoreciendo el proceso natural de regeneración.
Masajear la piel. Además de facilitar la absorción de la pomada hidratante, el masaje ofrece beneficios a varios niveles. Por un lado, estimula la circulación sanguínea y el tono muscular del bebé. Por otro lado, la fricción de la piel crea una sensación de calidez, bienestar y alivio. Y, además, ayuda a establecer un vínculo emocional entre el bebé y la mamá o el papá que está dando el masaje.
Zonas especialmente sensibles. La barbilla y el culito son dos zonas que pueden presentar irritación porque están en constante humedad. Es especialmente sensible el área del pañal, ya que la piel del culito está en contacto prolongado con las heces y la orina durante algunas horas, y estas sustancias son irritantes. El roce con el pañal además elimina los lípidos protectores de la piel. Por eso es importante cambiar el pañal de forma periódica y aplicar una pomada protectora sobre la piel del culito para evitar la irritación de la piel.
En esta sección de nuestro blog encontrarás más consejos para el cuidado del bebé.