Vitaminas, sueño y alergias - Vitaminas para las defensas
Cómo obtener y reforzar la vitamina D de tu cuerpo para este invierno
A lo largo de tu vida, los huesos necesitan formarse, regenerarse y mantenerse saludables. La vitamina D hace que esto sea posible ayudando a permitir la correcta absorción del calcio.
Además de ayudar a mantener nuestros huesos en plena forma, la vitamina D tiene muchos otros beneficios entre los cuales destacan:
- Prevención de la osteoporosis: con una correcta cantidad de vitamina D y calcio, se puede llegar a retrasar la pérdida de mineral óseo, previniendo así la osteoporosis y fracturas óseas.
- Contracciones musculares: la vitamina D también ayuda a tener una correcta función muscular y previene las contracciones musculares involuntarias que pueden provocar caídas o temblores.
- Regulación del sistema inmunológico: la vitamina D, es una de las vitaminas que contribuye a mejorar nuestras defensas que nos protege contra los posibles patógenos y enfermedades infecciosas.
Exposición solar, nuestra mayor fuente de vitamina D
La vitamina D se obtiene, en gran parte, de la exposición solar de manera directa. Sin estar expuestos al sol de manera excesiva, las radiaciones ultravioletas, en cantidades pequeñas, ayudan a que nuestro organismo produzca vitamina D.
En verano, con una correcta protección de la piel, es muy sencillo obtener la vitamina D de manera natural; sobre todo en los más jóvenes, que suelen pasar más tiempo al aire libre, pero ¿y en invierno? Durante la estación más fría del año, en la que contamos con menos horas de sol y vamos más abrigados, apenas estamos expuestos al sol, con lo que se reduce la oportunidad de generar vitamina D de forma natural. Esta carencia de vitamina D dificulta las funciones que realiza el sistema inmunológico, lo que provocaría tener las defensas bajas y aumentaría la posibilidad de enfermar.
Pero no solo se debe a la estación más fría del año. Actualmente, muchos jóvenes tienen un déficit de esta vitamina debido a que pasan menos tiempo al aire libre y no tienen una dieta variada y equilibrada. Por otro lado, a medida que nos hacemos mayores también disminuyen nuestros niveles de vitamina D.
Si en invierno no obtenemos la vitamina D de la exposición solar, ¿cómo la obtenemos? Existen alimentos que podemos incluir en nuestra dieta y que son ricos en esta vitamina. Algunos de ellos son las yemas de huevo, pescados grasos (como el atún, el salmón o la caballa) y algunos como la leche o los zumos de fruta que suelen estar enriquecidos con vitamina C y D.
No obstante, en esta época del año también es recomendable añadir complementos multivitamínicos a nuestra dieta para conservar unos niveles de vitamina D saludables y así poder hacer frente al invierno de la mejor forma posible.
En nuestro blog podrás conocer más acerca de las vitaminas, sus beneficios para nuestro organismo y en qué nos pueden ayudar en nuestro día a día. ¡Síguenos!