Décimo mes

El cansancio en el posparto es tu gran reto

Estás agotada. Acabas de dar a luz y ya estás cuidando de tu bebé. Los primeros días tras el parto son especialmente exigentes, por eso es tan importante que descanses siempre que puedas. Y no te exijas más de la cuenta, tu única prioridad tiene que ser el cuidado del bebé, ¡que ya es mucho! Que la fatiga posparto sea habitual, no significa que no te agobie. Ahora que necesitas toda la energía del mundo para atender a tu bebé, resulta que estás más cansada que nunca. Pero el cuerpo es sabio, y si te está pidiendo que descanses, ¿por qué no lo haces? Escucharte e intentar respetar en la medida de lo posible tus necesidades será la clave para que el agotamiento no te gane la batalla en el posparto.

Concédele descanso a tu cuerpo

Cati, una madre primeriza de un bebé de ocho semanas lo explica con total claridad: “Es como una broma pesada. Una vez que ha llegado el pequeño milagro, ¡tu cuerpo parece entrar en huelga! Por ejemplo, ¿por qué no puede producir adrenalina adicional para superar estos primeros seis meses?”

Y es que todo el mundo, incluidas las mujeres, a veces nos olvidamos del enorme esfuerzo físico, psíquico y emocional que supone el parto y la crianza de un bebé. En los primeros días del posparto, tu cuerpo sigue trabajando a toda velocidad para devolver cada órgano a su lugar, cerrar las posibles heridas (episiotomía, desgarros y/o cesárea) y producir la leche que alimentará a tu bebé.

¿Cómo no vas a estar agotada?, ¿cómo no vas a sentir molestias? Aunque no se vea, tu cuerpo está realizando un trabajo espectacular. Y no hay que olvidar que la cesárea es una cirugía mayor como cualquier otra. ¿Verdad que si te operaran de una pierna, un brazo o cualquier otra parte guardarías reposo? Pues si te han practicado una cesárea también vas a tener que tener un poco más de paciencia.

Tienes razones para sentirte agotada

Por si todo esto fuera poco, tienes que decidir qué tipo de alimentación le darás a tu bebé y acomodarte a la nueva rutina. Al mismo tiempo que te esfuerzas en recordarte que eres la mejor madre para tu bebé, y que confiando en tu instinto irás por el buen camino. Para colmo duermes poco y mal. El poco tiempo que logras conciliar el sueño tienes tanto miedo de que el bebé se despierte y tú no te enteres, que no consigues que el descanso sea reparador. Y ¿para qué te enumeramos todos estos aspectos de la maternidad? Para que veas que existen razones reales y nada despreciables para que sientas esta fatiga posparto. La mayor parte de las madres se sentirá como tú en algún momento, así que no te atormentes. El estar cansada no es un signo de debilidad o incapacidad de ser madre. Lo estás haciendo bien, pero es que esta primera etapa de la maternidad es verdaderamente extenuante. Aun así, también tienes que saber que llegará un momento en el que el cansancio desaparezca.

¿Cómo lograr descansar en esta primera etapa?

  • Reconoce ante ti misma y frente a los demás que estás muy agotada. No intentes disimular esta sensación real de desespero que puede provocar la falta de sueño. Querer a tu bebé no significa tener que fingir que cada momento es pura felicidad.
  • Pide ayuda. Muchos amig@s y familiares desean ayudarte, pero no pueden saber lo que necesitas si tú no se lo dices. Explícales exactamente cómo pueden colaborar.
  • Come bien y sano. Puedes preguntar a tu ginecólog@ si te iría bien tomar algún complejo vitamínico que te ayude a recobrar las fuerzas.
  • Trata de descansar cuando el bebé duerma. Hazlo tan a menudo como puedas. Necesitas descansar para recuperarte físicamente, y hacer frente a las nuevas exigencias de esta época.

Mantente alerta

A veces, lo que parece una fatiga posparto puede tener otras causas. Si el cansancio persiste y no percibes ninguna mejora, puede tratarse de una depresión posparto, un desequilibrio hormonal (hipotiroidismo) o una carencia de minerales, como por ejemplo, de hierro. Tú eres la que mejor te conoces y sabes cuando algo no va bien. No dudes en hablar con tu comadrona o tu médico para desarrollar un cuidado del bebé óptimo.