Dolor y malestar - Dolor de estómago, gases, ardor

El cardo mariano ayuda a aliviar la sensación de plenitud y los cólicos

En el proceso de digestión de los alimentos, el estómago es el órgano protagonista. Por eso un correcto funcionamiento del estómago ayuda a disfrutar de una buena digestión y evitar el dolor y malestar digestivos. En este post te contamos cuáles son las distintas funciones del estómago y cómo podemos ayudar a que se ejecuten satisfactoriamente.

Almacenamiento: un saco flexible y capaz

Tras introducir el alimento en la boca, el bolo alimenticio que se forma, se dirige esófago abajo hacia el estómago, que no es más que una dilatación del tubo digestivo. Allí se acumula hasta que es digerido. En su pared, el estómago dispone de una capa muscular que hace que el estómago sea capaz de aumentar su tamaño hasta 70 veces, llegando a almacenar unos 4 litros de comida. En ocasiones esta capacidad de almacenaje se encuentra afectada, el estómago no se distiende adecuadamente y aparece saciedad temprana, es decir, sentimos la sensación de llenado antes de tiempo. Por otro lado, conviene no forzar su capacidad de almacenaje, ya que eso podría alterar su función y podría provocar un reflujo: una vez cerrada la válvula de acceso al estómago desde el esófago, con el alimento dentro del estómago, podría abrirse, devolviendo parte del alimento. Por eso, adaptar la cantidad de alimentos ingerida en cada comida a la capacidad del estómago es importante para el bienestar digestivo, evitando así un innecesario dolor y malestar. Además de aportar elasticidad, los músculos del estómago también son necesarios para facilitar el proceso de la digestión; la función mecánica contribuye al procesado químico que tiene lugar en el estómago.

Descomposición de alimentos y su paso al intestino

La digestión es justamente lo que se da en este momento del proceso: una vez en el estómago, los ácidos estomacales, ayudados por enzimas, empiezan a descomponer los alimentos. A esta primera masa pastosa, el bolo alimenticio deshaciéndose, se le conoce con el nombre de quimo. Una alimentación sana y equilibrada, sin exceso de fritos y grasas, ayuda a tener una digestión rápida y sin molestias asociadas.

En el estómago es donde se digieren las proteínas y las grasas de los alimentos ingeridos. Una alimentación grasa dificulta la digestión, la hace más lenta. Las vitaminas serán digeridas en el intestino. Allí se absorben los nutrientes que son el producto final de la descomposición de los alimentos, y que serán usados como fuente de energía y como material estructural, para formar y mantener los tejidos del cuerpo.

Eliminación de bacterias y toxinas: protegiendo nuestro organismo

La ingesta de alimentos es una de las principales vías de entrada de los microorganismos patógenos y sustancias tóxicas a nuestro organismo. Una vez en el estómago, los ácidos que éste secreta, ayudan a eliminar las bacterias y organismos infecciosos que entran con los alimentos. También las bacterias propias del intestino pueden dañar al estómago si consiguen llegar a él, por lo que esta prevención corre a cuenta de los ácidos gástricos. Por su parte, la mucosa estomacal tiene la función de proteger el estómago de la acción de sus propios ácidos.

Pero si la mucosa está inflamada por la presencia de alguna bacteria resistente a los ácidos gástricos, se producen molestias estomacales de mayor gravedad. En caso de malestar prolongado es recomendable que acudas al médico, ya que puede derivar en otros trastornos estomacales más severos.

Ahora que ya sabes cuáles son las funciones del estómago, tal vez te guste saber que algunas plantas medicinales ayudan a conseguir una buena digestión y a aliviar síntomas como la pesadez de estómago. Seguir un estilo de vida relajado también contribuye a tu bienestar digestivo. El estrés influye en la digestión, igual que las prisas y una mala postura. Tómate tu tiempo para comer y disfruta de la buena mesa. En nuestro blog encontrarás consejos y recomendaciones para disfrutar de tu salud digestiva.